Por: Annie Elizondo | @teaching_4_you
Al leer la palabra “disciplinar”, muchos automáticamente piensan que significa castigar o regañar, pero su verdadero significado es enseñar.
Una educación autoritaria con castigos y golpes no enseña, pues paraliza al niño y lo hace actuar desde un estado de amenaza y alerta.
Hace muchos años se creía que con este tipo de educación se enseñaba el respeto, pero hoy sabemos que eso es miedo disfrazado. Si se “respeta” a alguien es solamente al adulto, ¿y dónde queda el respeto y la dignidad del niño como ser humano?
Una educación permisiva o sobreprotectora tampoco enseña, pues el niño nunca desarrolla habilidades de independencia ni responsabilidad.
Actualmente hay personas que confuden disciplina positiva con libertinaje, pensando que solo así se fomenta el respeto. En este pensamiento, si se “respeta” a alguien es solamente al niño, ¿y dónde queda el respeto y dignidad del adulto?
La educación que sí enseña es la que une firmeza con amabilidad. Firmeza para establecer límites adecuados y amabilidad para dar esos límites con respeto, cuidando siempre la relación y dignidad de niños y adultos.
Entonces disciplinar de manera asertiva es educar con amor y con límites que le enseñan a nuestros niños…
A vivir en el mundo real: porque vivimos en una sociedad con límites reales (semáforos, normas sociales, reglas, etc.)
A tener auto-disciplina: porque somos su compás externo que con el tiempo se convertirá en su brújula interna
A cuidar su salud: porque establecer horarios de sueño, alimentación e higiene es algo imprescindible para su sano desarrollo
A regular sus emociones: porque las cosas no siempre saldrán como ellos esperan, y esa es una gran oportunidad para aprender a regular sus emociones
A estar seguros: porque ponerse el cinturón y cruzar la calle de la mano los mantienen físicamente seguros; y con nuestro ejemplo ellos también aprenden a poner sus propios límites a los demás manteniéndolos emocionalmente seguros
Por eso hoy quiero compartirte mis 4 Pasos para establecer límites asertivos:
Situación: Es hora de guardar los juguetes.
1. Conecta: Acércate a su mundo antes de dar un límite
“Te encanta jugar con tus rompecabezas, ¿verdad?”
2. Anticipa: Cuando saben qué esperar pueden cooperar mejor
“En 5 minutos vamos a guardarlos para ir a cenar, voy a poner una alarma que nos avise”
3. Da el límite: Y ese límite que damos es el que vamos a cumplir
“¡Ya sonó la alarma! Es hora de guardar…”
4. Busca el sí: Puede ser haciendo una promesa futura o dando dos opciones válidas
“En este momento vamos a guardar… ¡pero mañana volveremos a jugar con los rompecabezas!” (Siempre cumpliendo lo que prometemos)
O “¿Quieres guardarlos cantando o en silencio?”
Es normal y esperado que al dar un límite tu hijo(a) se resista o se desborde emocionalmente en un berrinche o pataleta. Hasta el día de hoy no he conocido a un solo niño que dé las gracias porque su figura de apego le haya dado un límite.
Mientras que uno de nuestros trabajos principales es el de darles límites asertivos a nuestros niños, la naturaleza de nuestros niños es explorar esos límites. Así como cuando un bebé ve algo por primera vez y lo quiere explorar y probar, así también cognitivamente nuestros niños exploran y prueban estos límites para ver qué tan reales son.
En esos momentos valida su emoción al mismo tiempo que mantienes el límite.
“Esto es difícil para ti, estás enojado(a) porque no quieres guardar. Respira, tú puedes con esto. Esta vez yo te ayudaré a guardar…”
Porque su reacción emocional es natural (todas las emociones son válidas), pero guardar los juguetes no es opción (el límite se mantiene).
Con esta técnica no pretendo darte un guión para memorizar, pero sí espero inspirarte y ser una guía para que con tu propio estilo y personalidad logres establecer estos límites que llenarán de beneficios a tus hijos hoy y toda su vida.
Toma esta estrategia como una herramienta de firmeza y amabilidad, aplícala en tu crianza y cuéntame cómo te va, yo siempre estaré encantada de compartirte más.
Puedes conocer más información sobre este y otros temas en mis redes sociales, en mi podcast o en mi curso online “Mi hijo hace berrinches, ¿qué hago?”.
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Annie Elizondo Es licenciada en Educación con Maestría en Psicología Neuroeducativa, mamá de dos niños y tiene más de 10 años de experiencia en el mundo de la educación.
Hoy es creadora de Teaching 4 You, autora del podcast “Conecta” y conferencista
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